Ayer, 10 de mayo, fue el Día de la Madre y se festeja este domingo 13.
Pensamos que es una buena oportunidad para homenajear a todas las madres del planeta contando la historia de la nonna de nuestra familia (madre también, claro).

Ravioles de Carne
Todos los domingos se levantaba a las 5 de la mañana y comenzaba con la tarea de preparar la masa para los ravioles. El relleno ya lo había alistado el día anterior con el resto del lesso (carne hervida) de la semana, espinaca o acelga junto con otras verduras disponibles, harto queso rallado y algún huevo.
Hoy había que estirar la masa, rellenarla y dejar los ravioles prontos para cuando lleguen los hijos y nietos (quizás algún bisnieto) al tradicional almuerzo del domingo.
Paralelamente en una olla grande preparaba la salsa de tomate con cebolla, tomate natural o en su defecto tomate en conserva hecho el verano recién pasado, zanahoria rallada, mucho orégano, sal y pimienta.
Alrededor de las 11,30 horas ya se prendía la hornalla debajo de la olla gigante con agua y sal. Estaba todo listo para cuando llegaran los comensales.

En la actualidad sabemos que las madres o abuelas ya no preparan el almuerzo del domingo de esta forma, ya que hoy día existen restaurantes y las casas que envían exquisitos platos a domicilio. Por lo tanto, ya no es necesario este ritual abnegado los domingos por la mañana, queridas madres y abuelas.
No obstante, la reunión de la familia se puede organizar igual según la tradición.